VIRUS de FIEBRE HEMORRÁGICA CRIMEA-CONGO. De 2010 al 2016

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La detección en España del Virus de la Fiebre Hemorrágica Crimea- Congo data de 2010, cuando se halló en garrapatas de animales abatidos en actividades cinegéticas en fincas de Cáceres.(publicación en este enlace http://wwwnc.cdc.gov/eid/article/18/1/11-1040_article )

En septiembre de 2016 se ha detectado en personas, con un fallecido, que no formaba parte de la población de riesgo, una enfermera contagiada a partir del anterior y un número creciente de casos sospechosos en vigilancia.

En este enlace se puede descargar un documento con los protocolos de la Red  Nacional de Vigilancia Epidemiológica, entre los que se encuentra el de las fiebres hemorrágicas en general, con mención a la FHCC

http://www.isciii.es/ISCIII/es/contenidos/fd-servicios-cientifico-tecnicos/fd-vigilancias-alertas/fd-procedimientos/PROTOCOLOS_RENAVE-ciber.pdf 

En este otro, el informe de situación y evaluación de riesgo en España ya en 2011 cuando se detectó el virus de FHCC en garrapatas en especies cinéticas en monterías en Cáceres

http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/analisisituacion/doc/crimeaCongo.pdf

Aquí una revisión actual con 31 respuestas a la FHCC:

http://culturacientifica.com/2016/09/03/31-respuestas-la-fiebre-hemorragica-crimea-congo/

Y una pregunta: ¿ hay que preocuparse? 

 http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/15050/Actualidad/necesitamos-protocolo-vigilancia-fiebre-hemorragica-crimea-congo-espana.html

 

El mes de octubre comienza la campaña de actividades cinegéticas y la profesión veterinaria se enfrentará a la inspección postmortem de piezas de caza abatidas en monterías en condiciones "de campo"; es decir, a menudo a la intemperie, de noche,  habitualmente con malas condiciones higiénicas en los lugares de presentación de los cadáveres, con frecuencia con deficiencias de agua y de iluminación, en medio de una multitud de cazadores que festejan el evento entre las piezas abatidas, dificultando la labor de inspección del veterinario. No es raro que se vea obligado a poner orden  y a veces a pedir la colaboración de la Guardia  Civil para que no le muevan las piezas de sitio y se pierda la conexión de la canal con sus vísceras, con su cabeza. A pesar de estas condiciones de trabajo no hay excusa para  bajar la guardia  y olvidar que los fluidos corporales de los animales abatidos suponen un riesgo genérico de muchas enfermedades conocidas. Las medidas de protección deben incluir ahora una más: tener en mente  que se es población de riesgo de contagio de una enfermedad como la FHCC y que es muy probable que entre los animales abatidos exista un número no conocido de animales virémicos. Es necesario revisar si disponemos de los equipos de protección Individual adecuados para las tareas de inspección postmortem.